Sonoridad en la Diversidad Funcional
En los últimos años, la Musicoterapia ha adquirido un gran valor como herramienta complementaria de intervención terapéutica en diferentes ámbitos sociales. Pero es sin duda, en el ámbito de la diversidad funcional donde se está probando su gran eficacia en la atención a personas que presentan algún tipo de discapacidad de carácter físico, psíquico, cognitivo, como por ejemplo: TEA (autismo), síndrome de Down, asperger, TDHA, parálisis cerebral, enfermedades raras, etc.
Este apartado sonoro-creativo ofrece un espacio en el que las personas con diversidad funcional, de cualquier edad, pueden nutrirse de las sesiones de Musicoterapia, y de esta manera, adquirir las herramientas necesarias para disfrutar de una vida saludable y confortable, rodeados/as de música, baile y actividades creativas y divertidas.
Para llevar a cabo las sesiones, nos amoldaremos en todo caso, y de la forma más precisa, a las necesidades de los/las participantes de las sesiones de Musicoterapia, para de esta forma, realizar un trabajo óptimo y profesional.
Los objetivos que se plantean previamente para “Sonoridad en la diversidad funcional” son:
- Desarrollar la capacidad de comunicación utilizando las diferentes vías de expresión (musical, verbal y corporal).
- Observar y reforzar las capacidades rítmico-sonoras de los/las usuarios/as, capacidad de respuesta, desarrollo cognitivo, etc.
- Desarrollar la psicomotricidad gruesa y fina, así como la lateralidad y el equilibrio, mediante la improvisación musical con instrumentos y danzas libres y/o referenciales.
- Utilizar la imitación y la acentuación en el ritmo durante las improvisaciones para ofrecer secuenciación y anticipación, así como desarrollar nuevas habilidades a través de las experiencias musicales.
- Desarrollar la creatividad, la autoestima y la motivación mediante el uso de las improvisaciones.
- Potenciar las habilidades y capacidades de los/las usuarios/as, trabajar la escucha, los turnos de espera, la contención y la cohesión grupal.
- Potenciar y desarrollar el lenguaje y la memoria mediante la letra de canciones.
La metodología en la que se basará el trabajo musicoterapéutico durante las sesiones se puede concretar en torno a una metodología activa, participativa y también pasiva (relajación).
A su vez, se encontrará inmersa la “improvisación musical” que es el método empleado mayoritariamente en las sesiones de musicoterapia. Este trabajo consiste en la expresión espontánea de la música y sus componentes –vocales e instrumentales- con fines terapéuticos. Se utiliza para reflejar el “aquí y ahora” de una persona o grupo de personas para involucrarla en intercambios musicales libres o estructurados.
Las técnicas y métodos musicoterapéuticos que se utilizarán sesiones son:
- Creación e improvisación de la música que será utilizada como terapia.
- La búsqueda y el acercamiento con el usuario en cada momento y para crear una experiencia terapéutica.
- Establecimiento de una progresión de experiencias terapéuticas de sesión a sesión, apoyando las fases del desarrollo creativo del usuario.
- Elaboración de recursos musicales a utilizar en cada experiencia terapéutica.
Dichas técnicas y métodos musicoterapéuticos pueden ser utilizados tanto de manera individual o grupal, siempre atendiendo a la necesidades específicas de cada usuario. Por ello, al tratarse de un grupo numeroso se formarán de acuerdo a sus características comunes.